Estos días, he leído por las redes el caso de una madre que había sido denunciada por intentar curar el autismo de su hijo con clorito de sodio.

El clorito de sodio en agua destilada, es una mezcla creada para «tratar», supuestamente, el autismo.

No voy a seguir difundiendo más esta práctica, ni tampoco voy a extenderme en dar más información, porque lo que conseguimos con ello es dar más publicidad a un tratamiento que no tiene ni pies ni cabeza.

Si has llegado a este post buscando información sobre el tema, si te planteas aplicar esta técnica en casa, voy a intentar plantearte una serie de reflexiones para ver si puedo ayudarte a pensar al respecto y al menos, hacerte dudar de dicho método.

Yo no soy una experta, pero si he buscado información sobre el asunto ya que no logro comprender como aún las personas pueden ver algo como el Trastorno del Espectro Autista como susceptible de ser curado.

Puedo llegar a comprender, que en los casos de autismo más graves, las familias deseen encontrar una mejora para poder dar a la persona mejor calidad de vida, o una evolución en aquellas áreas que se encuentren menos desarrolladas. Ofrecer autonomía.

En este punto, es dónde entra la ciencia y la intervención profesional. Pero también, creo, que esta idea es aplicable a personas neurotípicas (si existe en el planeta tierra alguien así).

Todos tenemos áreas de nuestra personalidad, de nuestra forma de sentir, percibir y comunicar la información, donde una intervención profesional nos iría de perlas. Todos podemos mejorar nuestro nivel de autonomía, autoestima y formas de comunicación.

Esto creo, que se debería tener más presente en general. La cultura del cuidado de la mente, debería evolucionar mucho más a nivel social. Actualmente, parece que sólo deben intervenirnos a los que «tenemos Tara». Creo que la percepción del concepto de psicología y psiquiatría, con los años será diferente (o eso espero). La realidad es que niños y niñas con diagnósticos, tienen un nivel de exigencia y ritmo de trabajo mayor que muchos que no son intervenidos. Y eso es para valorar y apreciar por sus seres queridos . Y mucho.

Dicho esto, creo esencial DIFERENCIAR dos conceptos para no caer en según que terapias:

• Buscar APOYO y RECURSOS para poder evolucionar y mejorar.
• Buscar CURAR una condición, forma de ser, hacer o sentir el mundo.

La diferencia entre buscar APOYAR o CURAR tiene perspectivas diferentes del concepto de Autismo.

Creo que curar el autismo es cómo intentar curar la homosexualidad o querer cambiar el color de piel de una persona. Una pérdida de tiempo, ya que ni una cosa ni otra son algo susceptibles de ser curados.

NO SON ENFERMEDADES.

Estar dentro del Espectro, implica tener una forma distinta de funcionar y de sentir. Y cómo no venimos con libro de instrucciones, pues muchas veces, existe este vacío hacia los demás individuos que tienen formas de funcionar más parecidas entre ellos (tampoco este sector viene con libro to de instrucciones…).

Por lo tanto, si pretendo conectar con mi hijo/a que está dentro del TEA, debo aceptar que no está enfermo. También hay que comprender que los que estamos dentro del espectro, tenemos ciertas sensibilidades a nivel de salud.

Pero eso no implica que el propio TEA sea la enfermedad. Los que no están dentro del Espectro, si lo piensas, también les pasa algo parecido. Tienen más tendencia a ciertas dolencias que otras. No todos tienen las mismas.

Cuando quiero conectar con mi hijo/a, debo empezar a trabajar conmigo mismo.

Lo primero, intentar superar mis expectativas fallidas. Nadie espera, para uno mismo, descubrir caminos desconocidos y llenos de inseguridades.

Nadie, de forma natural, planea tener un familiar TEA, homosexual o con los ojos de determinado color. Es una condición que te se presenta y como todo en la vida, hay que aprender a aceptar.

Pero no sólo eso.

Si de verdad quiero Apoyar a mi hijo/a, tengo que cuidarme a mi. He de ser honesto con las cosas que siento y pasar por un proceso de duelo, aceptación… Y una vez hecho este trabajo viene la mejor parte.

Aprender a ver la belleza de la

DIS-CAPACIDAD.

El secreto está en comprender que cualquier regalo de la naturaleza es y tiene belleza de forma intrínseca.

Sólo con el corazón se puede ver bien.

Sólo con el corazón se puede amar bien.

Si entiendes que tu hijo no necesita cura, sino apoyo y acompañamiento, disfrutar a su manera el presente, Entonces obtendrás esa mejora que tanto buscas. Pasito a pasito.